La tasa turística, ¡no es un impuesto!

Hacia un Turismo Responsable.

Por una Tasa Turística en Madrid

Madrid se afianza como un destino turístico popular en Europa, con más de 11 millones de visitantes en 2024. Esta llegada masiva, pasa indefectiblemente por el Distrito Centro debido a la gran concentración de servicios. A la vez que genera beneficios económicos para el sector, también instala una tensión fuerte sobre los servicios públicos, el patrimonio histórico-cultural y el medio ambiente. 

Modelos turísticos internacionales de referencia como París, Roma, Lisboa, Ámsterdam y Barcelona, A Coruña, Baleares, Comunitat Valenciana ya cobran tasas turísticas. Estas van de 1 a 5 euros por noche y lo recaudado se destina a la sostenibilidad urbana y cultural. Madrid, pese a ser capital europea y destino patrimonial, no la tiene aún. 

El crecimiento de visitantes es exponencial. Implantar una tasa turística es imprescindible aparte de urgente, porque es el modo de asegurar un modelo sostenible, equitativo y que mejore el constante deterioro de la calidad urbana que provoca el trasiego.

Generación de residuos y presión urbana

El turismo de paso, ese que no duerme y el de visitas rápidas a lugares emblemáticos, o las pernoctaciones cortas en pisos turísticos, el turismo de botellón deja una huella ambiental muy alta.

Según fuentes del Ayto. de Madrid, el Distrito Centro produce 300 kg de residuos por habitante, una cifra bastante más alta que el promedio municipal. En el caso de Centro, relativo a la nueva TGR, apuntan que el dato se debe a factores como turismo, restauración, oficinas, etc., lo que significa que, aunque el cálculo se hace por habitante, muchos residuos provienen de los visitantes (locales, turistas, trabajadores, ocio nocturno etc.) y ahí está el problema, en realidad la cifra refleja una presión ambiental desproporcionada respecto a otros distritos con menor actividad turística.




Esta continua generación de residuos a toda hora, deteriora el entorno y la imagen de la ciudad. El resultado es que el costo de recoger y mantener los residuos en estas áreas turísticas sube considerablemente, por ello la mejor forma es que los turistas paguen, con el objetivo de que esta tasa pueda ser invertida en la sostenibilidad de la ciudad.

La tasa turística permitiría canalizar recursos directamente hacia la Gestión ambiental mediante la realización de estudios de impacto ambiental periódicos, que permitan evaluar la evolución del flujo turístico y ajustar las políticas de limpieza, reciclaje y mantenimiento urbano en función de datos reales.


Una tasa que ayude a la Conservación efectiva del patrimonio histórico-cultural



La tasa turística permitiría financiar acciones clave siempre postergadas para preservar el legado cultural de Madrid, garantizando su disfrute por generaciones futuras.

Aportaría mayor mantenimiento a los equipamientos culturales y patrimoniales y restauración sostenible de monumentos, jardines históricos y bienes patrimoniales asegurando planes de conservación a largo plazo para evitar el deterioro por uso excesivo.

Aseguraría la continuidad de una formación especializada para profesionales del patrimonio en sostenibilidad, accesibilidad y gestión responsable.

También podría ayudar a la mejora de infraestructuras urbanas ya que éstas son las más presionadas por el turismo:

Transporte público, vías peatonales y espacios públicos de calles emblemáticas, plazas históricas y paseos urbanos (Plaza Mayor, Puerta del Sol, El Rastro) sus aceras y calzadas se colapsan, afectando la movilidad local y la seguridad de peatones.

Tanto los jardines y parques como El Retiro o Campo del Moro reciben un uso intensivo que acelera su desgaste y necesita de un mantenimiento preventivo y sostenido. No olvidemos la gran carencia de baños públicos en la ciudad.

En esta línea la proliferación de pisos turísticos altera aún más el equilibrio residencial en casas y barrios, presionando hasta las infraestructuras como agua, electricidad y saneamiento.


La tasa turística serviría para financiar la sostenibilidad urbana

¿Cómo podría ser su implantación?

Tasa progresiva según tipo de alojamiento y duración de la estancia.

Exención o bonificación para turismo educativo, cultural o de larga duración.

Gestión transparente a través de un fondo específico para sostenibilidad turística.

Calidad de vida ciudadana y Participación ciudadana de las comunidades locales en la planificación turística, en la definición de las prioridades de inversión.

La tasa turística, ¡no es un impuesto! 

Es, más bien una inversión compartida por el futuro de Madrid. Es una herramienta útil, para equilibrar el impacto del turismo, protegiendo el patrimonio y mejorando la vida en la ciudad y de sus habitantes. 

Madrid merece un turismo, que no solamente explote y contemple su hermosura, sino que también trabaje para mantenerla.


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